Tal como ocurriera en Santander y Boyacá, el gobierno departamental dispuso como última medida el envío de patrullas militares a las poblaciones en desorden. A Trujillo arribó un piquete de policías departamentales al mando del Sargento Maximiliano Viera que fue rechazado de inmediato por los conservadores: “Como era de esperarse -escribieron a Correo del Cauca- la Policía vino a ayudar a los liberales en la votación y no a guardar el orden”
12/12/2009
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